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Greenpeace consideró este viernes “poco efectivo” el cambio del huso horario y reclamó un programa agresivo de iluminación eficiente en los edificios públicos.
Si bien Greenpeace le dio la bienvenida a la preocupación del Gobierno Nacional por introducir medidas de eficiencia y uso racional de la energía, demandó objetivos claros para abandonar una prédica que hasta ahora ha sido sólo voluntarista. “La iluminación es una porción importante del impuesto eléctrico en el sector público y domiciliario. Para comenzar un proceso de incorporación de políticas de eficiencia energética es necesario comenzar con el cambio de lámparas incandescentes por lámparas que ofrecen la misma iluminación consumiendo un 75% menos de energía”, sostuvo Rosario Espina, coordinadora de campaña contra el Cambio Climático de Greenpeace. Para dar el primer paso, es necesario que además de distribuir lámparas para acelerar el cambio domiciliario, la administración pública reemplace en forma total esas lámparas durante la primer parte de 2008.
Por otra parte, Greenpeace consideró “poco efectiva” la medida de cambiar el huso horario, anticipó que no tendrá efectos relevantes y que sumará complicaciones en muchas provincias, como ha sucedido en la última experiencia del 2004. Greenpeace propone que todos los edificios públicos en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Córdoba realicen un completo reemplazo de lámparas incandescentes por las de bajo consumo durante el primer semestre de 2008.
Greenpeace también está impulsando una ley que desde el 2010 prohíba la comercialización de lámparas incandescentes. En esto consistiría una verdadera "Revolución Energética" para un modelo energético sustentable, según indica Espina. En realidad, “[R]evolución Energética” es el nombre de la propuesta que Greenpeace y el Consejo Europeo de Energías Renovables (EREC) han desarrollado para que se logre evitar una suba de la temperatura global no más allá de 2°C generando una reducción del 50% de las emisiones globales para el 2050.
Además, Greenpeace señaló que el Gobierno debe tener en cuenta en su idea de importar lámparas de bajo consumo el estudio realizado en el 2006 por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) que demostró que diversas marcas de estas lámparas en el mercado, particularmente las de origen chino, no cumplían con los valores de eficiencia y de vida útil.
Colaborá con Greenpeace por una "paz verde"
Si tenés "conciencia verde" y no sabés por dónde empezar a ponerla en práctica, acudir a Greenpeace es la opción. En la página de Greenpeace en Argentina podés encontrar muchísima información sobre las campañas de Cambio Climático, contra el Desmonte de Bosques, Contaminación, Amenaza Nuclear, etc. El primer paso es suscribirte a su e-newsletter para estar al tanto de sus actividades. Pero si querés ir un paso más, Greenpeace ofrece muchas formas de participar, que van desde el voluntariado hasta el cyberactivismo (podés informarte aquí).
Si además se encuentra entre tus posibilidades realizar una contribución económica a la causa, podés colaborar desde $8.- por mes (que se debitan cómodamente de tu tarjeta de crédito) o con el monto que desee. Tus contribuciones sirven para financiar las protestas y las actividades de concientización que lleva adelante la organización. Si te preocupa el destino de tu dinero, podés chequear los Reportes Anuales, los cuales dan cuenta de como funcionan las cuentas al interior de este organización independiente, que cómo sabrás es una de las más importantes del mundo.
Según un considerable número de estudios y de expertos en relación al Cambio Climático, se reconoce que quedan pocos años para cambiar la peligrosa tendencia que siguen hoy las emisiones de gases que provocan el cambio climático. “No tenemos mucho más que unos 8 años para provocar ese cambio, por eso debemos empezar hoy mismo con medidas que estén a la altura del desafío que representa la amenaza global del cambio climático” planteó Espina.
Si estás cansado de quejarte de "las instituciones", "el gobierno" o "los poderosos", esta es tu oportunidad de abandonar ese discurso de víctima. Formá parte de este desafío.
Live the love!
Vik
A certain amount of opposition is a great help to a man. Kites rise against, not with, the wind. - Lewis Mumford
Recientemente Branding in the street fue publicado en FOROALFA. Aprovecho la ocasión para agradecer a los editores, en particular a Luciano, quién me reenvió cada comentario recibido. Agradezco también los muchísimos comentarios positivos que me impulsan a seguir escribiendo (gracias Diego Carracedo y amigos del Flickr).
Pero en esta ocasión quiero escribir sobre otra de las repercusiones del artículo, la cual pueden leer en forma completa aquí. La misma fue publicada por Aitor en la sección "Crítica a la Crítica" en el sitio "Contraindicaciones".
Lo primero que Aitor destaca en mi artículo es mi falta de mirada crítica. Coincido con él plenamente: mi intención no era crítica, sino periodística. No me interesa polemizar en contra de los diseñadores y artistas urbanos del arte callejero por los nuevos usos que están generando alrededor de sus prácticas. Me interesaba señalar, colaborar en que enfoquemos la mirada en las cosas que nos suceden, muchas veces sin que reparemos en ellas. Luego de observar y reflexionar, quizás podamos formar una mejor opinión.
En segundo lugar, Aitor se encarga -en forma claramente crítica, ya que ese es evidentemente su métier- de señalar mi "exaltación neoliberal". Es que a Aitor le ha molestado mi hipótesis de que quizás los diseñadores estén buscando revalorizar su función como comunicadores al interior de los circuitos de producción de consumos. Finalmente acusa al texto de ser una "justificación más de la práctica publicitaria desde la publicidad". Aparentemente, dónde no hay una crítica Aitor lee directamente una apología.
Para ahorrarle el disgusto de tener que forzar mi texto a decirle algo más de todo eso que no dice, lo digo aquí: en primer lugar, me aburren los textos que señalan a las instituciones políticas y económicas como "el monstruo grande que pisa fuerte". Me parece que no aporta ninguna luz sostener el discurso del poder heterónomo. El mercado no es una mera abstracción, sino personas que eligen todos los días en qué invertir su capital. Las marcas no son extraterrestres que buscan dominar nuestras libertades. Tengo muchos amigos que trabajan en distintas compañías, y hasta el momento, ninguno ha revelado una doble vida en Marte. Somos lo que somos, basta de buscar excusas que, para colmo facilitan la tarea de los mercadotécnicos.
Segundo, el trabajo de los diseñadores graffiteros y muralistas es tanto o más cultura popular que un tag. La idea clasista de "lo popular" es incluso discriminatoria. Estamos hablando de gente cuya vocación los ubica en el complicado reino intermedio de los lenguajes, cuya sensibilidad se encuentra aplicada a esa tarea de simbolizar. La vinculación posterior de su trabajo a un producto de consumo me parece un aporte original para pensar formas de expresión que puedan conservar su autonomía y, precisamente, logren modificar algunas de las lógicas de producción que buscan vaciar de contenido todo producto. Sería interesante que este trabajo se vincule con otras áreas en la producción, con otras voces, para potenciar aún más esa capacidad creativa.
Tercero, la idea de que la calle deba reservarse a la gente sin recursos (eufemismo para los pobres) me parece irresponsable. Si los espacios compartidos son un recurso de todos y por ende, deben ser regulados, yo abogaría por espacios regulados e inclusivos. La gente con y sin recursos económicos cuya propuesta realmente beneficie a toda la comuna podría tener un lugar para encausar sus expresiones en forma orgánica (o sea, facilitar que se potencie nuestro espacio compartido para que se cumpla el sueño de Lewis Mumford y podamos vivir en ciudades creativas). Estas expresiones deberían ser libres, pero responsables con su entorno. Una pintada violenta no puede ser validada.
Comparto una frase que me acercó ayer Pablo Gamba (es tan típico de Pablito su arte de crear sonrisas):
Todos estamos en la cornisa, pero algunos miramos las estrellas.
El mundo no tiene un único sentido. Cuanto antes entendamos que nuestra participación activa es la que define sus colores, la capacidad de crear no será ya una cualidad de unos pocos poderosos a quienes debemos temer por su capacidad de controlar nuestros lenguajes, nuestra cultura y nuestra imaginación.
Nota final:
Lo maravilloso del lenguaje es precisamente su capacidad de acumular sentidos sin fijarlos del todo, siendo que los textos siempre están abiertos a distintas lecturas. Sin embargo, el recurso metadiscursivo de "la crítica" tiene como objetivo fijar lo dicho para poder dominarlo. El sentido siempre abierto de un texto se clausura -a favor de un sentido que se erige monopólico- en su articulación, y para recuperar esa apertura original no queda otra opción que el retorno a la fuente. Agradezco a Aitor haber brindado a sus lectores la posibilidad de acceder al artículo completo. Quizás sería aún mejor que los anime a hacerlo y poder ellos también realizar una crítica de su crítica. Yo los invito a leer ambas notas y esta tercera, y quién así lo desea puede dejarme su propia voz.
Live the love!
Vik
